miércoles, 5 de marzo de 2008

HISTORIA DE LA ZOOFILIA







El tema de la zoofilia es antiguo y de larga tradición. La mitología griega es muy rica en actos zoófilos, de mujeres con toros, cisnes (únicas aves que poseían un pene eréctil, y en el mito yacían con Leda) y otros animales.
Sabemos que es imposible la fecundación de una mujer por un animal, pero los griegos fueron quienes inventaron las quimeras, productos de la unión de animales y mujeres, como los centauros y las sirenas.
Los dioses adoptaban la forma animal para poseer a las mujeres que deseaban. No sólo no se consideraba una perversión, sino que se ensalzaba como forma excepcional de culto, en una hierogamia sagrada que está en todas las religiones antiguas, como en la India, Irán, Egipto, Turquía, Oceanía, América andina, México.
El apareamiento de la mujer del rey con un caballo está descrito en los vedas y está reproducido en el templo de Katmandú. En los Andes era un hombre con una llama o una cigüeña y en la India, con un puma. Egipto fue quien ensalzó más el bestialismo, y las actividades sexuales eran con cabras, corderos, patos, antílopes, perros, cerdos, el toro Apis, el carnero de Ammon, el macho cabrío de Mendes, la vaca Hator.
En el Levítico, el Éxodo y Ezequiel, se advertía a los judíos para que no yacieran con animales y se los amenazaba con la muerte. Los castigos cristianos para la zoofilia en la Edad Media eran de años de prisión, mayor pena para mayor dignidad eclesiástica. Hubo procesos por zoofilia castigados con la hoguera, que solo terminaron con la Revolución Francesa.
Es muy difícil establecer un límite entre lo que es una desviación en el comportamiento sexual y lo que no. En esta obra vamos a analizar diferentes comportamientos, que por su agresividad y perjuicio provocado a otra persona o por el hecho de ser antinaturales biológicamente, socialmente son consideradas desviaciones en el comportamiento sexual.

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